MARTINI PICATOSTES, de G. Puig
La nueva entrega
de la escritora Gracia Puig provoca la inmersión del lector en una trama que
tiene como aliado la cabecera de otros testigos literarios que, como en la obra
que nos ocupa, supieron transferir al
texto una profunda reflexión sobre la cotidianeidad y la naturaleza con la que
el ser pretende mostrar el subsuelo de los más íntimos y oscuros pensamientos. La introspección del personaje principal, cuestionado y ejercido desde la motivación
poética, manifiesta la ausencia de valores éticos y sociales que, sospechamos
desde las primeras líneas, son fruto de la simbiosis entre la actual crisis de identidad y el eufemismo
biopolítico.
Martini
Picatostes, “de padre desconocido y madre sin labores conocidas al punto de los
desabores” (5), inicia en su Salamanca
natal un viaje a las alcantarillas de una sociedad alterada por el egocentrismo.
En su periplo por el subsuelo charro aboga por la “ética dorada” (32) como
contrapunto a “la inacción social” frente a los “motores perversos de la
política” (36) y los desvaríos de “cabecillas mesiánicos de medio pelo y mucha
coleta”( 40). Inmerso en una lucha sin cuartel contra el fracaso de lo que él
define “las sociedades de la desvirtud y
la arrogancia transferida” (60), nos acerca a situaciones muy variopintas y, en
algunos casos, hasta graciosas y transgresoras
que sirven de bálsamo ante la profunda carga emocional y desasosiego que
provoca su lectura.
Vicky GM nos
ofrece el siguiente análisis literario con la mirada puesta en las profundidades
de la novela.
No comments:
Post a Comment